Sin avidez, con desapego

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SIN AVIDEZ, CON DESAPEGO

Entendiendo el Apego autocentrado (Avidez)

En la tradición budista se plantea que el apego es la causa de nuestro sufrimiento, entendiéndolo como una compulsión u obsesión por querer que las cosas sean de una determinada manera, surgiendo así un afán controlador y manipulador de la experiencia, aferrándonos a ideas, personas y cosas. En ningún caso me refiero al apego sano propuesto por la psicología contemporánea que tiene que ver con establecer vínculos con seres significativos o con el cuidado en nuestros primeros años de vida y está relacionado con ser personas sanas.
La avidez pues, es una dependencia emocional o psicológica hacia una persona, una situación, o incluso una idea. Es el deseo irrefrenable de aferrarnos a algo que, creemos, nos asegura felicidad, seguridad o plenitud. Este vínculo, sin embargo, puede convertirse en una trampa emocional si depende de factores externos que no siempre podemos controlar. Cuando somos muy dependientes de algo o alguien para sentirnos bien, nuestra felicidad y estabilidad emocional quedan a merced de circunstancias fuera de nuestro control y no tiene que ver con el objeto que gatilló la avidez sino con el tipo de relación que establecemos. En el apego autocentrado, el foco central no es la felicidad del otro sino de ser satisfecho por el otro. Tenemos la tendencia a caer en esta trampa.Así podemos tener dos tipos de relación: ansiosa y controladora (avidez) ó de confianza y apertura (desapego).

Las consecuencias del Apego autocentrado son:
 Ansiedad y Miedo: El apego suele ir acompañado de un miedo constante a perder aquello que valoramos. Esta ansiedad nos afecta en muchos niveles, llevándonos a pensar en situaciones negativas que aún no han ocurrido.
 Frustración y Sufrimiento: Cuando algo o alguien no cumple con nuestras expectativas, sufrimos. En lugar de aceptar la situación como es, sentimos una insatisfacción constante, frustración.
Todo esto nos lleva a perder el control sobre nosotros mismos: Al depender de cosas externas, perdemos parte de nuestro control emocional y tomamos decisiones basadas en el temor de perder aquello a lo que estamos apegados. Por otro lado  inhibe el crecimiento personal ya que  detiene nuestro crecimiento y evolución porque nos quedamos atascados en patrones de dependencia y evitamos situaciones que nos podrían desafiar.

CULTIVANDO EL DESAPEGO

El desapego no significa indiferencia ni renunciar a nuestras relaciones o metas. Implica un cambio de enfoque: poder disfrutar y valorar las experiencias, las personas, y las cosas sin necesitar aferrarnos a ellas para ser felices. Es relacionarnos desde el amor verdadero desde la libertad. Soy contigo y sin ti…soy.

Esto conlleva la práctica de la autoobservación: Observa tus pensamientos y emociones sin juzgarte. Al estar consciente de tus patrones de apego, puedes aprender a ver cuándo estás reaccionando desde el miedo o la inseguridad.
Enfócate en el Presente: El desapego implica estar plenamente en el momento, sin preocuparte demasiado por lo que vendrá o por lo que pasó. El mindfulness es una  herramienta excelente para entrenar este enfoque.
Acepta la Impermanencia: Todo es temporal; personas, situaciones y objetos tienen su ciclo natural. Cuando entiendes y aceptas la impermanencia de todo, es más fácil dejar ir y fluir con los cambios.
Desarrolla la Autoestima y la Autonomía: Tu felicidad proviene de tu interior, no depende de las circunstancias externas. Fortalecer tu amor propio y tus habilidades para satisfacer tus propias necesidades es fundamental.
Practica la Gratitud Sin Posesión: Valora y agradece lo que tienes, pero sin sentir que necesitas retenerlo para ser. La gratitud  ayuda a disfrutar sin aferrarnos y es un estado del SER.

BENEFICIOS DEL DESAPEGO
 Lograrás mayor libertad emocional y paz interior: Al dejar de luchar con situaciones o personas que no puedes controlar, tu mente se vuelve más serena y menos agitada. Tendrás relaciones más saludables: Ya que el desapego permite que las relaciones sean más sanas y auténticas, ya que no tratas de imponer expectativas ni control sobre los demás. Tu crecimiento personal será mayor ya el desapego fomenta un enfoque hacia la autorealización y el crecimiento personal, permitiéndote experimentar y aprender sin la presión de aferrarte a los resultados.

El desapego, en esencia, es la libertad de amar y disfrutar sin depender, de apreciar sin poseer, y de relacionarse sin expectativas excesivas. Es un camino que requiere práctica y paciencia, pero los resultados pueden transformar profundamente tu bienestar y tu manera de relacionarte con el mundo.

Fuente: Claudio Araya Véliz y Gonzalo Brito Pons, Corazón cálido, mente serena. Edit. Sirio. 2023.

Fotografía: Steven Storm. HUHASZI. pexels. CC.